No pensar que es un elogio al músculo, en absoluto!, es alarde de aventura, de valor y de fortaleza física de algunos seres humanos (parrascanos todos ellos) para acometer tales atrocidades.
La verdad es que me cuesta creer que exista un lugar en la costa levantina que no esté explotado por la edificación y la especulación. Es el caso de este paraiso pesquero casi inaccesible, al que hemos bautizado como los valientes, por que sólo aquellos que son como el sastrecillo de los Hermanos Grimm son capaces de resistir las condiciones que se dan en recondito lugar:
-En primer lugar hay un bicho que se alimenta de sangre y que además va al gimnasio (no se trata de un vampiro no, es más grande y además follonero!)
-En segundo lugar tu cuerpo sufre una metamorfosis cuando has pasado ciertas horas allí, especialmente en determinadas partes como las UÑAAAASSSSS (debido a la pendiente, la rocosidad de ese relieve, la humedad que lo hace resbaladizo, y un largo etc. vean vean como se te quedan las uñas una vez que pasas unas horitas pescando en el inframundo!)
-En tercer lugar y relacionado con el segundo punto, es un lugar para atletas, donde hay que hacer un kilometraje exacerbado -andar algún kilómetro andando por carretera y luego bajar la gran cuesta- (lo cual implica un desplegue de chatarra como ningún punto de pesca del litoral mediterráneo!)
-Y finalmente para más inri tenemos a los saqueadores que te pueden hacer cualquier destrozo en el coche, ya que este permanece alejado de tu punto de estancia (malditos!)
Entendeis ahora porque los llamamos Valientes-Fuertes...
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