sábado, 5 de junio de 2010

La CaSa Que eNLoQueCe

En días como en los que nos encontramos donde el mayor porcentaje de palabras que escuchas o lees en medios de comunicación tratan de los problemas eco-administrativos, en los que ves y oyes a la gente por la calle como se preocupan por estos menesteres, y no ves el final del túnel, es cuando te das cuenta que el ser humano camina como los cangrejos, que aunque van hacia delante lo hacen de espaldas a su dirección.
Ha sido de nuestra preocupación administrarnos en todos los sentidos, aunque amén creo que sería un error hacerlo de forma puramente estricta, al final acabaríamos saturados de tablillas, papiros, manuscritos, en fin documentos que obstruyen nuestra efímera vida, y la desplazan de la naturaleza a la que debe someterse. En la antigüedad ya tenían a algún esclavo perforando tablillas, en tiempos modernos le tocaba al escribano desgarrarse la muñeca para dar salida a todo el control burocrático en cada uno de los órganos correspondientes, hoy les toca a los funcionarios de turno teclear y teclear para acabar guardando datos en no se qué sitio y con qué finalidad...
¡locos!
En estos últimos meses estoy teniendo contactos con "la casa que enloquece", no se trata de un manicomio de hecho en estos la gente entra ya fuera de órbita, es ni más ni menos que la querida "Agencia Tributaria", vamos lo que toda la vida se ha llamado Hacienda. Y no vayas a pensar que me quejo de dicha institución o que estoy en contra de la realidad necesaria del control burocrático, o quizás que vengo a reivindicar la labor del funcionariado (¡no por Zeus!, aunque alguno que otro también debería pasar la itv).
No entiendo de veras por qué nos hacen tan difíciles las cosas: la treintena de cartas que poseo con el sello de susodicha Agencia y la media docena de viajes a tan amable y sosegado lugar son justificante suficiente para manifestar por este medio mi odio, mi pesar y desentendimiento con dicha institución y la forma que tiene de organizarse y actuar.
Me hace mucha gracia sobre todo el señor que se dedica a escribir las cartas con el código civil en la mano derecha y con el diccionario jurídico de Ribó Durán en la izquierda, que no las entiende ni su desdichada madre, desde luego deberían de incluir un servicio de abogados financieros para descifrarlas. Vamos! me imagino al Pegaso (para quien no lo conozca es un gran personaje del pueblo del Raal) abriendo una carta de la titulada "Agencia Tributaria", seguramente acabaría rompiéndola con la fuerza que le dio el caballo alado.
Luego sin embargo hay otros que andan paseándose apaciblemente. Unos cuantos adinerados cuyos ahorros los tienen en un cochinillo de barro, bueno no! más bien se trata de una ovejita de barro que pasta por los Alpes suizos.
¡Y a estos seguro que no les dan tanto la brasa!
Son de destacar también aquellos que, dado que "no queda espacio ya en La Seu D´Urgell y ya que Andorra la Vella es mucho más bonita" (¡Ironía total! por sin no habéis visitado la zona), se construyen una casita para visitar con la familia los fines de semana...y así podríamos tirarnos toda la vida hablando de injusticias y trampas económicas frente a estafa estatal rutinaria que nos hacen a unos cuantos, todo ello contando que yo tampoco soy de los más afectados por esta institución.
A no mucho tiempo unos cincuenta y un años, un tal René Goscinny junto con su colega Albert Uderzo comenzaron unas viñetas cómicas cargadas de Historia de Roma pero con cierta dosis de crítica social, política, económica, moral...enmarcada en la época en que escribían estos señores, y de la que hoy somos herederos. Por si no lo saben (que lo dudo) hablo de la famosa serie de Astérix y Obélix, esa costosa y encrucijada conquista de la Galia por parte del Cesar, que nunca se completó en esta historia debido al poderío resistente que tenían la aldea gracias a su poción mágica. En ella (me refiero a la serie) hubo un capítulo denominado "Las doce pruebas de Astérix" donde los protagonistas se enfrentan a crueles monstruos, fantasmas, seductoras pero mortales féminas, ¡Y mira Tú!!!! A LA LA CASA QUE ENLOQUECE:




La crítica a la locura y control burocrático al que estamos sometidos es majestuosa, y como podréis apreciar aquellos que hayáis visitado dicha casa no se distingue tanto de la nuestra.
Dudo mucho que podamos hacer frente a dicha institución como lo hacen nuestros héroes, pero sírvanos de ejemplo y crítica para una sociedad sin frenos pero con un control aberrante sobre los individuos que la componen.
La sensación de agobio que tengo cada vez que veo una carta de dicha institución pero sobre todo cada vez que hago un viaje a la misma y me vuelvo sin haber solucionado mis problemas, se ve un poco disipada cada vez que veo este vídeo....
Simplemente quería compartirlo con ustedes.

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